Adriana Reyes tenía problemas con drogas, según vecinos
Texas, Estados Unidos. La madre de Salvador Ramos, el atacante de la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, que dejó 21 muertos, 19 alumnos y dos maestras, habría abandonado a su hijo por tener una grave adicción a las drogas.
En medios de comunicación locales informaron que al parecer Adriana tenía serios problemas con las drogas y que abandonó y dejó su hijo al cuidado de su abuela Celia González, quien también fue atacada por el joven antes de realizar la masacre en la escuela.
Reyes, rompió el silencio tras lo sucedido y dijo que estaba en estado de shock y pidió perdón, a la vez que agregó que su hijo no era violento, mostrándose sumamente sorprendida por el mortal ataque, aunque sí admitió que era una persona solitaria y que no tenía muchos amigos.
Mientras que el abuelo paterno de Salvador, el señor Rolando Reyes, dijo que la familia no tenía conocimiento que las armas habían sido adquiridas legalmente, asegurando que su nieto era tranquilo y que la mayoría del tiempo se la pasaba en su habitación.
El joven fue abatido el martes 24 de mayo, luego de un enfrentamiento con la policía que al final logró acorralarlo en una de las aulas del centro escolar, tras haber cometido la masacre que dejó 21 familias enlutadas y a toda una comunidad conmocionada.
