Agresor fue expulsado y su víctima sacada en camilla
Irlanda del Norte. Un guardameta de uno de los equipos de la primera división de Irlanda del Norte, noqueó de una trompada a un compañero por considerar que el gol del equipo adversario había caído por su culpa.
Este descalificador incidente ocurrió en el empate entre Glentoran y Coleraine, de la Liga Premiership y de inmediato recibió la condena de los aficionados y comentaristas deportivos.
Cabe destacar que los dos equipos en contienda luchan en lo más alto de la tabla y Glentoran ganaba dos a uno, pero cuando solo faltaban nueve minutos para el final, Cathar Friel estableció el 2 a 2 para Coleraine.
Aaron McCarey, arquero del equipo local, consideró que la culpa de la igualdad era de su compañero, Bobby Burns, quien perdió el balón en el mediocampo y que generó el contragolpe y la anotación contraria.
McCarey primero se acercó a Burns para recriminarlo con insultos y luego para noquearlo de una trompada y lejos de calmarse, el arquero lo zarandeó tomándolo de la camiseta, hasta que el resto de los integrantes intervinieron.
“Al finalizar el encuentro, Aaron le dio la mano a Burns en el vestuario y le dijo que nunca debería haber ocurrido lo que se vio esta tarde”, explicó el entrenador del Glentoran, Mick McDermott.
