Cruza un río en canoa hasta la lejana comunidad en donde está su escuela
San Esteban, Olancho. Una maestra de educación primaria en estado de embarazo, a pesar de la pandemia del coronavirus, arriesga su vida al viajar cerca de dos horas para poder llegar en motocicleta y canoa, al lejano caserío en donde está ubicada su escuela.
Se trata de la maestra María Lourdes Hernández, quien a pesar de sus seis meses de embarazo y los peligros de contagio por la presente pandemia, no ha dejado de impartir clases a los niños indígenas Pech del caserío La Bolsa, en el municipio de San Estaban, Olancho.
Junto a su esposo y su pequeño hijo de un año y medio, esta maestra viaja a diario durante una hora en motocicleta, para luego cruzar un río a bordo de una canoa, ya que las clases tienen que hacerse de forma presencial, porque en esa comunidad no hay internet.
María Lourdes asegura que la educación cambia vidas, por lo que aún y a pesar de la pandemia y el mortal virus COVID-19, sigue atendiendo a sus alumnos de la Escuela Rubén Darío del caserío La Bolsa, aplicando todas las medidas de bioseguridad.
